Spider-Man, apuestas y fracasos: La verdad tras la misteriosa desaparición de Tobey Maguire de Hollywood
Fue el Spider-Man que marcó a toda una generación, pero tras alcanzar la cima de Hollywood, Tobey Maguire prácticamente desapareció de la pantalla. Su retiro voluntario respondió a una potente combinación de factores: la falta de proyectos atractivos, una desilusión como productor y un polémico escándalo de apuestas ilegales que afectó gravemente su reputación.
Tobey Maguire se convirtió en una superestrella mundial gracias a la trilogía de "Spider-Man" dirigida por Sam Raimi. Sin embargo, después de "Spider-Man 3" (2007), su presencia en el cine se redujo drásticamente. En una entrevista con Variety, el propio actor explicó su desinterés creativo.
"No es que estuviera actuando en película tras película. Simplemente empecé a buscar cosas que quisiera desarrollar o intentar convertir en películas que me interesaran, porque no veía guiones que quisiera hacer", declaró, dejando clara su postura selectiva.
Ante esta escasez de papeles significativos, Maguire decidió volcarse a la producción. Su proyecto más ambicioso fue "La jugada maestra" ("Pawn Sacrifice"), una película sobre el legendario ajedrecista Bobby Fischer, la cual también protagonizó. A pesar de los esfuerzos, la película fue un fracaso comercial, un golpe que, según el director Edward Zwick, desmotivó profundamente a sus creadores y contribuyó al distanciamiento de Maguire del medio.
El escándalo que dañó su reputación
Como si la desilusión profesional no fuera suficiente, en 2011 el nombre de Maguire se vio envuelto en una gran controversia. Fue vinculado a un círculo de póker ilegal de altas apuestas organizado por Molly Bloom, en el que participaban otras estrellas como Leonardo DiCaprio y Ben Affleck.
Un jugador condenado por fraude fiscal lo demandó, alegando que Maguire le había ganado más de 300.000 dólares en partidas ilegales. El actor finalmente resolvió el conflicto con un acuerdo extrajudicial de 80.000 dólares, pero el daño a su imagen ya estaba hecho. En su libro, Molly Bloom lo describió como su "peor cliente famoso" y relató episodios de supuesto maltrato, lo que contribuyó a su prolongada ausencia mediática.
Un regreso bajo sus propios términos
Tras años de silencio, Maguire sorprendió al mundo retomando su icónico rol en "Spider-Man: Sin Camino a Casa" (2021) y con un papel en "Babylon" de Damien Chazelle. Su regreso, sin embargo, no fue una vuelta a la rutina de Hollywood, sino una decisión guiada por una nueva filosofía.
"Cuando suena un tema, o quieres levantarte a bailar o no", comparó en una entrevista, explicando que ahora solo acepta proyectos que realmente lo mueven. Gracias a la estabilidad financiera que le dio su etapa como superhéroe, Maguire hoy tiene el lujo de elegir, sin presiones de la industria.
Su reaparición ha sido puntual y selectiva, y como él mismo ha declarado, solo volverá a actuar cuando un proyecto lo motive de forma genuina, demostrando que, para él, la pasión ahora pesa más que la fama.