Inicio de la primavera, ¿afecta en el estado de ánimo de las personas?
Con la llegada de la primavera en septiembre, experimentamos un cambio en los ciclos de luz y temperatura en nuestro entorno. Este cambio puede tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y bienestar general, ya que la relación entre la luz ambiental y la temperatura influye en nuestra percepción de felicidad y en la producción de hormonas. Llevándonos a explorar cómo estos cambios estacionales afectan a nuestro estado emocional y a nuestra salud en general.
Esta variación se debe, en parte, al comienzo de la primavera, dado que la interacción entre la luz ambiental y la temperatura en nuestro entorno puede tener efectos significativos en nuestra disposición y humor. Esto puede incluso afectar la producción de hormonas y nuestra percepción global de bienestar y satisfacción, lo que nos lleva a plantearnos si la decoración de nuestro hogar podría tener un impacto relevante en atenuar o exacerbar estos efectos.
"La luz es un factor muy importante en el día a día para las personas, siendo la luz natural la más importante, porque permite captar la vitamina D necesaria y contribuye a aumentar nuestra energía, disminuyendo así los niveles de tristeza y depresión", explica Ana Antico, fundadora de Antico Studio.
Además, la arquitecta especializada en neuroarquitectura, detalla que "durante gran parte del invierno y en el caso de personas que trabajan en oficinas, no solo estamos expuestos a iluminación natural, sino que durante este periodo se convive más con luz artificial o más conocida como 'luz fría'", la que si bien no es del todo beneficiosa para la salud, ya que retrasa la secreción de melatonina, interfiriendo en el ciclo de sueño natural de las personas, existen formas de usarlas a nuestro favor".
Es por eso que desde Antico Studio entregan algunas recomendaciones para aprovechar la luz natural y qué tipo de luz artificial podemos utilizar:
Exposición temprana al sol: Es recomendable aprovechar lo máximo posible la luz natural, intentando pasar tiempo al aire libre temprano en la mañana, ya que la luz matutina ayuda a regular el ritmo circadiano y mejora el estado de alerta durante el día.
Luz natural en espacios interiores: Posiciona el escritorio o área de trabajo y de descanso cerca de ventanas, ya que la exposición a la luz natural promueve la producción de serotonina, que está relacionada con la sensación de bienestar y concentración.
Luz natural en la hora de las comidas: Come en un lugar bien iluminado por luz natural o artificial no blanca, dado que esto puede mejorar la digestión y el estado de ánimo.
Luz blanca y brillante: En interiores, es recomendable utilizar fuentes de luz artificial que emitan una luz blanca y brillante, similar a la luz natural, que iría entre los 2700 a 3000 grados kelvin, un ejemplo son las ampolletas LED blancas cálidas.
Luz regulable: Prefierir luces que se puedan ajustar en intensidad y temperatura de color, para adaptar la iluminicación de la habitaciones según las actividades y estados de ánimo
Evita la luz azul antes de dormir: Está demostrado que estar varias horas expuestos a la luz azul de dispositivos electrónicos (teléfonos, tabletas, computadoras) altera el ciclo de sueño y dificulta la conciliación del sueño, por lo que se recomienda alejarse de estas al menos una hora antes de acostarte para evitar afectar la calidad del sueño.
Es importante destacar que estos consejos van de la mano con los estudios relacionados a la neuroarquitectura, sin embargo, las preferencias de iluminación pueden variar de una persona a otra, por lo que es importante adaptar estas recomendaciones a las necesidades personales.
Para más información relacionada a decoración y neuroarquitectura visite el sitio web www.anticostudio.cl o a través de las redes sociales @Anticostudio.