#HoróscopoM360 ¿Qué trae septiembre para tu signo del zodiaco?
¡Bienvenido Septiembre! La invitación de este mes que comienza es a reparar, corregir, purificar, ordenar y servir a la humanidad.
Para empezar a preparar la primavera de oportunidades que se nos vienen, la energía del signo de Virgo nos conduce a tener experiencias reparadoras que intentarán corregir y renovar todo lo que acontece a nuestro alrededor, en diferentes dimensiones, tanto espirituales como emocionales y también en el campo de nuestras acciones cotidianas.
Para canalizar estás energías de orden, necesitamos ser conscientes de qué es lo que necesitamos cambiar en nosotros mismos para recomenzar una nueva etapa, con una sensación de estar más livianas y purificadas de todo proceso negativo, que es preciso ir dejando atrás para tirarnos en la piscina de experiencias agradables, rejuvenecedoras, estimulantes, que refresquen nuestro proceso de vida.
Para abrir las ventanas de este mes en nosotros, debemos empezar por organizar nuestras energías; limpiar nuestros espacios físicos, transparentar nuestras emociones, desechar pensamientos infértiles y repetitivos que no aportan soluciones a nuestro camino de vida.
En este sentido es importante realizar este proceso paso a paso, detalle por detalle, en calma, con aguda precisión para focalizar la corrección desde lo pequeño, desde el gran detalle que lo cambia todo. Desde aquí animaremos las energías de corrección que demanda este mes en que la auto-sanación es el motor ideal de este procesos depurativo.
Así mismo debemos limpiar nuestro organismo, liberarnos de los tóxicos, cambiar hábitos alimenticios, depurar nuestro hígado, botar cachureos, deshacernos de ropa que no ocupemos, salir de las deudas, reparar o cambiar artefactos, hacer un chequeo médico, aclarar malos entendidos, en definitiva restaurar y poner orden en todo para un nuevo comienzo cada vez más luminoso.
Es preciso en este mes, minimizar la necesidad de controlarlo todo, de marearse en la búsqueda de perfección y de fijarse en extremo de los detalles, en este sentido es necesario aprender a soltar y a confiar en la vida, a evitar realizar juicios, admitir la lógica y los procesos claros sin necesidad de controlarlo todo, no creer que tienes la última palabra en una situación. El exceso de razonamiento limita el entendimiento en muchos casos.