Marca de licor lanza concurso que busca el diseño de su kit conmemorativo
Desde tiempos inmemoriales los humanos han homenajeado a los elefantes en el arte. No por nada son los seres vivos terrestres más grandes que existen en nuestro planeta y de los que más años viven. Así, en el contexto de la celebración del "Día del Elefante", el licor de crema Amarula presenta su concurso #HuellasDeElefante, que buscan convocar e incentivar que las personas "suelten" su creatividad y representen de mejor manera el espíritu de estos nobles animales.
La participación es completamente abierta. Para hacerlo sólo deben descargar la plantilla del vaso en www.huellasdeelefante.cl, subir su arte en formato historia o foto de Instagram, etiquetando a #HuellasDeElefante y mencionando a @Amarula_cl.
La reconocida artista, Ana Bonamico, será la líder del jurado, quien elegirá el mejor diseño para el vaso conmemorativo. Finalmente, la obra ganadora será producida por Amarula en un kit especial, que se distribuirá en todo Chile, junto con una reseña del artista en el envase. Además, el ganador recibirá un pago de $300.000 pesos. Asimismo, se seleccionarán 4 finalistas, quienes recibirán un premio sorpresa.
"Los elefantes son el símbolo de Amarula y a ellos se les asocian comportamientos como la inteligencia, el duelo, el altruismo y la compasión. Son seres nobles que siempre han servido de inspiración para el ser humano. Por lo mismo hemos querido hacerles este reconocimiento e incentivar a las personas a crear algo único", dice Fernanda González, Brand Manager de la marca en Chile.
El concurso durará exactamente un mes, y los ganadores serán anunciados el 24 de septiembre en un IG Live en @amarula_cl, el que será conducido por Ana Bonamico. Durante el 2019, la artista intervino los vasos para la campaña Corazón de Elefante, que ayudó a recaudar fondos para proteger y ayudar a los estos animales en peligro de extinción.
Este licor, proviene del fruto y del árbol, Marula, que crece únicamente en África, donde cada temporada los elefantes lo huelen a kilómetros y viajan para comerlos una vez que están maduros. Ahí es cuando se inicia la temporada de cosecha y las comunidades locales son quienes se encargan de recolectar los frutos que finalmente se transformarán en el reconocido licor del elefante.