#COLUMNAM360 Elogio de la bolsa

Por Soledad Miranda @m360cl | Martes, 17 de Mayo de 2022
#COLUMNAM360 Elogio de la bolsa

Al principio fue un trozo de cuero de algún animal, ablandado a golpes de piedras o palos, para darle flexibilidad. En este cuero se ponían algunas posesiones preciadas (un huesito de pájaro puntiagudo, una piedra afilada, un diente que se le cayó al hijo...) y/o alimentos secos. Se le amarraban las puntas. Si el cuero no tenía algo que pudiera ser visto como puntas, se ataba con cueros cortados muy finos y largos, o con hierbas resistentes.

También se usaron estómagos o escrotos de grandes bestias, secos, que conformaban un "recipiente" de forma redondeada, suave, y bastante liviano.

Eso es lo que se sabe de las primeras insinuaciones estilísticas de lo que ahora llamamos bolsa y que nos acompañan tanto.

Algunas de esas "bolsas" de cuero fueron las primeras ollas cuando en su interior se ponía agua, hierbas, frutos, y se le agregaba una piedra hirviendo al rojo. Así el agua se calentaba y cocía un poco los alimentos.

Esa versatilidad inicial ha seguido siendo la característica más importante de estos objetos tan cotidianos. A lo largo de la historia de la humanidad han ido adquiriendo otras formas, pesos, y han sido precursoras de carteras, bolsos, maletas, mochilas, baúles. Es casi imposible pensar en alguna epopeya humana en la que no estén presentes las bolsas, sus precursoras, o sus múltiples derivados.


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Los Pueblos Originarios de Chile hicieron bolsas con nombres tan bonitos como las propias artesanías. Los mapuche usaron antiguamente una pequeña que era señal de identidad pues indicaba de qué lugar, edad y cuánto poder tenía el que lo usaba. De los aymara se conocen dos tipos, ambas tejidas. Las wayuna son de tamaño medio y servían para recolectar las semillas de la primera siembra y las chuspas, más pequeñas, se usaron para guardar hojas de coca.

Por eso, ahora, en que las leyes prohiben entregar bolsas plásticas en tiendas y supermercados nos obligan a movernos con nuestras propias bolsas en los afanes domésticos urbanos, se me hizo imperioso rendirles un pequeño homenaje. La relación ser humano/bolsa es casi tan antigua como la humanidad y también por eso las seguimos teniendo siempre a mano.

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