Junto con las altas temperaturas está comprobado que el deseo sexual aumenta, y también las ocasiones para cumplir algunas de nuestras fantasías. ¿Sexo en el agua? ¡Se puede! Pero antes debes tomar en cuenta algunas consideraciones.
¡Cuídate!
Si vas a tener relaciones sexuales en una piscina o en el mar, debes saber que existen bacterias propias del lugar que no tendrían porque estar en tu zona íntima. Por lo mismo, el uso de preservativo es fundamental para evitar de alguna manera los riesgos que implica y también para prevenir embarazos y ETS. Al momento de elegirlo, preocúpate de que sea resistente al agua, del tamaño correcto y de ponerlo antes de que las cosas se pongan literalmente ¡húmedas!
La lubricación
Al contrario de lo que podrías pensar, el agua no ayuda a la lubricación natural. Por lo mismo, es acosejable ayudarte con un lubricante para evitar malas experiencias y frustraciones. Existen de diversos tipos, pueden ser en base de agua o silicona dependiendo del método anticonceptivo que uses. Si vas a usar condón debes usar un lubricante en base de agua, ya que los que son en base de aceite dañan el látex y podrías tener resultados no deseados.
Ojo con las posiciones
No porque lo intentaste una vez y no te gustó significa que no puedes cumplir tu fantasía del sexo candente en la ducha. Al comienzo puede resultar un poco incómodo debido a las nuevas sensaciones, pero también puede ser que no estés usando la posición correcta. Las posiciones que utilizas normalmente también puedes probarlas dentro del agua sin ponerte en riesgo, existen una amplia variedad de opciones que te darán placer a ti y a tu pareja.
Higiene
El cloro, la arena y la sal, pueden resultar poco agradables, por eso es ideal si puedes asearte lo más pronto posible para evitar cualquier tipo de riesgos.