[COLUMNA] Sofía Calvo: Conoce el potencial secreto de la moda

Nos han acostumbrado a mirar la moda desde el prima de la superficialidad y frivolidad, olvidando que es una industria que tiene un valor de mercado de tres billones de dólares y emplea a alrededor de 60 millones de personas a lo largo del mundo. Por lo tanto, sus devenires pueden afectar la economía de los países de los que somos socios, como también ser una herramienta de movilidad social, si así se lo desea, ya que a diferencia de otros sectores es intensiva en mano de obra.

Si bien en Chile su aporte es marginal en términos de PIB –se habla de apenas un 0,2 por ciento-, debido a su casi desaparecida industria textil y su aún "informal" escena de autor, su potencial no puede ser ignorado.

De hecho, en periodos de desaceleración económica –como los que vivimos ahora- el consumo de vestuario y calzado se ha convertido en un actor relevante en la estabilidad.

Asimismo, las estrategias de nuestros socios de la Alianza del Pacífico –Perú, Colombia y México- respecto a sus industrias de la moda, nos confirman que su promoción puede redundar en un mejoramiento de la imagen país, al asociarla con conceptos ligados con la creatividad, innovación, calidad, sofisticación, entre otros.

En este contexto, queda claro que el potencial de la moda no se circunscribe sólo a lo estético, sino que también incluye lo económico y lo identitario, al visibilizar tanto identidades nacionales como grupales e individuales, ya que el acto de vestir da cuenta del "relato autobiográfico" (término acuñado por la historiadora de la moda Pía Montalva), es decir, de nuestra historia, lo que somos y/o lo que queremos ser.

Lo anterior supone que vestirse dejó de ser una acción cotidiana inocente, ya que cada prenda que portamos puede hablar de nosotros, empoderarnos, como también delatar nuestra forma de ver el mundo.

Es ahí cuando como ciudadanos-consumidores debemos abrir nuestro clóset y comenzar a mirar qué contiene, cuáles son las marcas, de dónde provino esa ropa, quién la creó.

El resumen de ese proceso nos mostrará qué tipo de industria hemos ayudado a crecer, ya que el potencial secreto de la moda no sólo se encuentra en los rasgos descritos, sino también en el triste título de ser la 2º más contaminantes después del petróleo, además de unas de las que peor trata a sus trabajadores (el trabajo infantil y la mano de obra esclava son prácticas habituales en algunos países productores para que se hagan una idea).

Si bien nuestra propia evidencia puede inmovilizarnos o, peor aún, anestesiarnos ante esas realidades incómodas, que quizás intuíamos por el precio de nuestro vestuario, el desafío de ahora en adelante es justamente lo contrario: movilizarnos y humanizar la moda. Es decir, entenderla como industria y como una verdadera segunda piel, que debería reflejar nuestros valores, enorgullecernos, aumentar nuestra autoestima y permitirnos dormir con la conciencia tranquila.

Para ello tenemos diversas alternativas, que van desde cambiar hábitos de consumo hasta aprovechar lo que ya tenemos. A lo largo de estas columnas te iré dando pistas sobre eso y te demostraré que el potencial de la moda no sólo se refleja en los espejos, sino también en tu bolsillo y en la imagen que proyectamos como país.

Desde ahora en adelante, podrás ver la moda desde su dimensión más compleja y desconocida, lo que te motivará a romper su manto de frivolidad y a vivirla desde ese prisma "secreto", donde tu también eres protagonista.