Tus ojeras pueden deberse a algo más que la falta de sueño
Detrás de ese color morado pueden haber más razones que el solo hecho de dormir poco.
Las ojeras son un tema común y corriente. Todas nos hemos quejado alguna vez -o bastante seguido-, porque parecen ser un ítem de preocupación clásico entre las mujeres en cuanto al rostro. Más verdosas o azuladas, cafés o grisáceas, cada una tiene su tono. Lo bueno es que existen correctores en diferentes formas y texturas para taparlas, pero no es una solución definitiva.
Sería ideal levantarse sin tener que recurrir al maquillaje para taparlas y así llegar con mejor cara (y un look más natural) al trabajo. Sacarlas de raíz sería mejor opción pero, como es altamente imposible, descubrir por qué salen es la clave.
Lo primero que debemos tener claro es que la piel de esa zona es evidentemente más delgada que en otras partes de la cara. Por lo tanto, su nivel de colágeno es menor, de ahí que al tacto se sienta (y vea) más suelta.
Pero hay otros factores que también influyen y que no podemos controlar, como la genética o los problemas a nivel del organismo, como enfermedades al riñón o tiroides. Dale un vistazo a tus fotos de guagua... ¿En esos años ya habían ojeras? Entonces no hay mucho que podamos hacer.
Ahora bien, no todas son causas perdidas y tú sí puedes hacer algo al respecto para mentenerlas a raya. Controlar la dieta es esencial, sobre todo regular el consumo de sal y la comida equilibrada. También reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y, lo más importante, dormir entre 7 y 9 horas diarias.
Si haces todo lo anterior y tu problema no es la genética, se te está escapando un detalle que marca una gran diferencia: tu rutina de belleza. Y es que aunque no lo creas el paso de DESMAQUILLARTE puede estar influyendo en esas ojeras que no desaparecen ni con días entertos de siesta.
Como te dijimos al principio la piel de esta zona es muy delicada, por lo que pasar un algodón empapado en agua micelar y frotar esta área en exceso puede hacer que los vasos sanguíneos que ahí se encuentran se rompan, y por eso aparezca esa tonalidad azulada/morada que te hacen ver cansada.
¿Cómo hacerlo correctamente? Simple, gasta más pétalos de algodones. Para sacarte el maquillaje elige siempre fórmulas suaves, como el agua micelar o los aceites. Empapa el algodón y ponlo sobre el ojo durante unos segundos, luego arrastra suavemente el producto. De esta forma reduces la zona de fricción, evitando que los vasos sanguíneos de rompan.
Luego, no te olvides de un contorno de ojos que hidrate y refresque la zona. Te aseguramos que después de unas semanas verás el cambio.