10 famosos que lo tuvieron todo y luego se arruinaron

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Equipo M360
Autor:M360

Lo perdieron todo.

Charlie Sheen: Protagonista de Two and a Half Men, fue despedido en 2011 tras declaraciones erráticas sobre tener "sangre de tigre" y ser un "rockstar de Marte", perdiendo su estatus en la industria televisiva.

Tonya Harding: Patinadora que organizó un ataque contra su rival Nancy Kerrigan en 1994, perdiendo su título nacional y siendo prohibida de por vida del patinaje profesional por su ambición desmedida.

Lance Armstrong: Ciclista ganador de siete Tours de Francia, cayó tras revelarse su esquema sistemático de dopaje en 2012, perdiendo todos sus títulos y siendo expulsado de competiciones.

Katherine Heigl: Actriz de Grey's Anatomy cuya carrera declinó por rumores de comportamiento complicado en los sets y comentarios despectivos sobre sus propios proyectos.

Chris Brown: Cantante cuya carrera se vio gravemente afectada tras agredir físicamente a Rihanna en 2009, generando rechazo mundial.

Tiger Woods: Golfista considerado el mejor de su generación, vio su carrera manchada por múltiples infidelidades que terminaron su matrimonio en 2009.

Lindsay Lohan: Actriz infantil que pasó de protagonizar exitosas películas a enfrentar problemas legales y perder credibilidad en Hollywood.

Mel Gibson: Actor y director cuya carrera colapsó tras declaraciones antisemitas, misóginas y acusaciones de abuso doméstico.

Michael Richards: Actor de Seinfeld que arruinó su carrera con un ataque racista durante un show de comedia en 2006.

Britney Spears: Cantante que enfrentó un colapso público en 2007, rapándose la cabeza y atacando un auto, lo que derivó en una tutela legal que controló su vida por más de una década.

La fama puede ser una cuchilla de doble filo que corta incluso a las estrellas más brillantes. La historia del entretenimiento está repleta de figuras que, tras alcanzar la cima, experimentaron una caída vertiginosa por decisiones personales, escándalos o comportamientos controversiales.

Algunos casos emblemáticos ilustran cómo una carrera puede destruirse en un momento. Charlie Sheen, protagonista de Two and a Half Men, pasó de ser una estrella codiciada a un paria de la industria tras sus declaraciones erráticas y estilo de vida extremo. Chuck Lorre lo despidió en 2011, marcando el inicio de su declive.