#COLUMNAM360: El regreso de Primer Plano: ¿En qué cumplió y en qué no?
El emblemático espacio farandulero de CHV regresó a la pantalla el pasado domingo, luego de seis años.
Luego de seis años, un clásico de la televisión chilena, regresó a la pantalla. Nos referimos a Primer Plano, programa de CHV que se emitió por casi dos décadas (1999-2018) y que el domingo pasado tuvo el estreno de una nueva etapa.
Primer Plano es mucho más que un simple programa de televisión. Fue el espacio que dio vida y sostuvo a la llamada farándula local por mucho tiempo. Formó reporteros especializados en el rubro, desarrolló una forma de contar las historias y creó conceptos que en toda su ausencia de pantalla, nunca desaparecieron de la memoria colectiva, como "el escándalo de la semana".
Por lo mismo, el retorno del espacio de farándula, a cargo de Julio César Rodríguez en la conducción, fue una cita obligada el pasado domingo, pues todos queríamos ver con qué sorprendería el programa y si sería o no lo mismo de antes.
Muchos dicen que las segundas versiones nunca salen bien. Sin embargo, sería apresurado sacar una conclusión así con sólo un capítulo. Por lo mismo, para ser justos con el espacio, el panel de M360 analizó en El Aguante de La Nuestra los puntos positivos del retorno de Primer Plano y también aquellos en los que el programa quedó al debe o tiene que ajustar.
Positivos:
1. Primer Plano tiene un sello a la hora de contar historias. No por nada ha sido llamado "La Escuela" de muchos periodistas del rubro. El relato, sumado a que cada nota aborda la mayor cantidad de aristas de las polémicas y casos, es una marca registrada. Eso estuvo presente en el primer capítulo y se notó particularmente en la presentación del caso judicial de Jorge Valdivia y en la entrevista a su padre, Luis Valdivia.
2. Julio César Rodríguez demostró que es el conductor que Primer Plano debe tener. El animador supo moderar la conversación y la interacción de las panelistas con sus entrevistados.
3. El primer capítulo de Primer Plano cumplió con los entrevistados y temas abordados, ya que han sido los que han marcado la pauta farandulera del último trimestre, como es el caso Valdivia y la supuesta infidelidad de Sergio Freire. En ese contexto, la participación en el estudio de Luis Valdivia, padre del Mago, y de Karina Valenzuela, la "amante" del comediante, estuvieron a la altura de lo que se esperaba del espacio.
Cosas por mejorar:
1. El set de Primer Plano en su versión 2024 no fue lo que esperábamos. Demasiada sobriedad. Sin duda no fue el estudio de televisión que esperábamos para el regreso de un clásico de la pantalla. Si existe presupuesto para pagar cerca de 8 millones de pesos mensuales a Patricia Maldonado, seguro existe dinero para invertir en un spot más espectacular.
2. El trío de panelistas, formado por Patricia Maldonado, Pamela Jiles y Constanza Capelli, no convenció. Por un lado se agradece la moderación de las lenguas más maduras y filudas del rubro, pues no están los tiempos para el odio, pero por otro, también se notó lo pauteadas que estaban. La participación de Cony Capelli tampoco cautivó a los telespectadores, pues da la sensación que el formato no permite explotar el lado que ha hecho tan querida a la chica reality, su simpatía y carácter.
3. No cabe duda que al programa le faltan algunos ajustes. Como cualquier "motor" debe estar bien aceitado para poder funcionar. Eso si, esta máquina deberá alinearse a los nuevos tiempos. La intención del nuevo Primer Plano por adecuarse a los nuevos códigos sociales y televisivos, parece estar. En ese sentido, el espacio tiene el desafío de encontrar una nueva fórmula para captar la atención de su público, pues no son tiempos de persecuciones, acoso o de lanzar odio con ventilador.