Hijos del medio: ¿Más honestos y cooperativos? Un estudio arroja luz sobre un debate familiar
La interrogante fue abordada por un nuevo estudio liderado por los psicólogos de las universidades canadienses de Brock y Calgary
¿Influye realmente el orden de nacimiento en nuestra personalidad? Este interrogante, que ha intrigado a las familias durante generaciones, es abordado por un nuevo estudio liderado por los psicólogos Michael Ashtona y Kibeom Lee de las universidades canadienses de Brock y Calgary, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). La investigación, que analizó datos de más de 710.000 personas, arroja luz sobre el debate y destaca ciertas características de los hijos del medio.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron datos de personas que habían completado el Inventario de Personalidad HEXACO, una herramienta que evalúa seis dimensiones clave de la personalidad: honestidad-humildad, emocionalidad, extraversión, agradabilidad, conciencia y apertura a la experiencia.
Los resultados revelaron que los hijos intermedios, aquellos con hermanos mayores y menores, obtuvieron las puntuaciones más altas en honestidad-humildad y agradabilidad. Les siguieron los hermanos menores, los mayores y, finalmente, los hijos únicos. Según los investigadores, esto se traduce en que los hijos del medio tienden a evitar la manipulación, muestran poco interés por la riqueza y los lujos, y son más propensos a perdonar y cooperar con otros.
Otro hallazgo relevante del estudio fue que el tamaño de la familia también influye: cuanto más grande es la familia, más altas son las puntuaciones en estos rasgos positivos. Ashtona y Lee sugieren que la cooperación en familias numerosas no es opcional, sino una necesidad para la convivencia diaria. "Cuando uno tiene más hermanos, debe cooperar con más frecuencia en lugar de actuar según preferencias egoístas", señalan los investigadores.
Si bien los resultados del estudio son llamativos, la investigación en este campo está plagada de contradicciones. Como señala Live Science, el estudio del orden de nacimiento es complejo y los resultados oscilan entre fuertes correlaciones y ausencia total de patrones. Muchos estudios se basan en muestras limitadas, lo que genera resultados contradictorios.
Por ejemplo, un análisis publicado en 2015 en PNAS ya advertía de esta complejidad. Una investigación con 20.000 participantes de tres países no encontró correlaciones significativas entre el orden de nacimiento y la personalidad. El Proyecto Talento, que siguió a 272.000 estadounidenses, solo detectó una modesta ventaja intelectual en los hermanos mayores. Estudios recientes sobre narcisismo tampoco hallaron diferencias entre hijos únicos y aquellos con hermanos.
En este contexto de resultados dispares, el nuevo análisis de Ashtona y Lee aporta una perspectiva fresca con su amplia muestra de más de 710.000 participantes. Sin embargo, los propios investigadores reconocen que se necesitarán más estudios para confirmar si realmente los hijos del medio tienen estas características distintivas. La ciencia nos invita a ser cautelosos y a no caer en estereotipos fáciles.