"Oren por mí": Romina Sáez inicia juicio por la brutal agresión que desfiguró su rostro

Con una cruda imagen que evidencia la brutalidad de la agresión que sufrió y un desesperado llamado a la justicia, la exchica "Mekano" Romina Sáez anunció que este martes comienza el juicio contra sus ex arrendatarios. A más de dos años del ataque que le desfiguró el rostro, la modelo busca cerrar un doloroso capítulo y que los responsables enfrenten las consecuencias.
La exfigura televisiva compartió en su cuenta de Instagram una impactante fotografía en blanco y negro, tomada tras la golpiza, donde se aprecian las graves secuelas en su cara. La imagen iba acompañada de un mensaje breve pero desgarrador: "Oren por mí. Mañana se hará mi juicio. Justicia".
El posteo reactivó de inmediato la memoria sobre el violento episodio que cambió su vida para siempre y generó una ola de apoyo y solidaridad por parte de sus seguidores.
Un ataque de brutalidad inolvidable
El calvario de Romina Sáez comenzó en marzo de 2022. En esa fecha, se dirigió hasta una casa de su propiedad, ubicada en la comuna de San Joaquín, con la intención de solicitar el desalojo de sus arrendatarios, quienes llevaban meses sin pagar el arriendo y se negaban a abandonar el inmueble.
Lo que debió ser una diligencia civil, derivó en una pesadilla. El alegato escaló y Romina fue víctima de una brutal golpiza por parte de los inquilinos. La agresión fue de tal magnitud que le provocaron heridas de gravedad, principalmente en su rostro, comprometiendo su salud y su herramienta de trabajo.
El largo y costoso camino de la reconstrucción
Desde ese fatídico día, la vida de Romina ha sido una constante lucha por recuperarse. Tal como ha documentado en sus redes sociales y en diversas entrevistas, debió someterse a múltiples y complejas cirugías reconstructivas faciales para poder reparar el daño causado.
El impacto no fue solo físico, sino también emocional y económico. Los millonarios gastos imprevistos en tratamientos y operaciones la llevaron a buscar formas de financiamiento, organizando rifas e incluso incursionando en plataformas de contenido para adultos como Arsmate y Onfayer para poder costear su recuperación.
Ahora, con el inicio del juicio, Romina Sáez no solo busca una condena para sus agresores, sino también un cierre simbólico para un proceso que le ha costado años de dolor, angustia y esfuerzo. Su petición de justicia resuena como la voz de muchas víctimas de violencia que esperan que la ley actúe con firmeza.