Raffaella di Girolamo explica por qué inició el proceso judicial a pesar de la prescripción
En su primera entrevista en profundidad tras el fin del proceso judicial contra Cristián Campos, la psicóloga Raffaella di Girolamo desveló los detalles más íntimos del difícil periodo que enfrentó. La profesional no solo aclaró el resultado legal del caso por abuso sexual contra su expadrastro, sino que también relató el crucial momento en que le confesó la verdad a su madre, la actriz Claudia di Girolamo, y el incondicional apoyo que recibió de su familia.
A más de dos años de iniciar el proceso, y luego de que la justicia sobreseyera al actor por prescripción del delito, Raffaella conversó con Revista Ya para hablar de su verdad. Sobre el resultado judicial, afirmó que no fue una sorpresa.
"Sabíamos desde el principio que el caso estaba prescrito, por lo que la posibilidad de sobreseimiento era muy alta", afirmó, pero hizo un énfasis clave: a Cristián Campos no lo declararon inocente. Explicó que el primer juez determinó que "los hechos denunciados sí ocurrieron" y que las instancias superiores solo se basaron en el tecnicismo legal. "La Corte Suprema no dictaminó ningún fallo, no lo declaró inocente", recalcó.
Para ella, el proceso fue un cierre necesario. "Lo necesitaba como mujer adulta para enfrentar otra etapa en mi vida", expuso, agregando que su lucha "tenía que ver con la verdad, con las mujeres y también los hombres que les pasa esto".
El momento clave: la confesión a su madre
El relato más conmovedor de la entrevista fue cuando recordó cómo y cuándo le contó a su madre. El momento ocurrió en la Navidad de 2020, cuando le entregó una carta con su verdad.
"Mientras ella lo hacía, yo tomaba agua. Cuando terminó me abrazó", recordó sobre la reacción de Claudia di Girolamo. Pero fue lo que vino después de ese abrazo lo que significó todo para ella.
"Lo más importante es que me miró y me dijo: 'Yo te creo. Rafa, yo te creo'. No olvido esas palabras", aseveró Raffaella, destacando la validación de su madre como un pilar fundamental en su proceso.
Ese apoyo se extendió a sus hermanos, los también actores Antonio y Pedro di Girolamo, quienes la respaldaron públicamente desde el primer momento, enfrentando incluso las críticas de una parte del público.
Finalmente, Raffaella di Girolamo cerró con una reflexión sobre el trauma, explicando que las víctimas a menudo bloquean recuerdos y solo hablan cuando se sienten seguras, describiendo la herida como una "cicatriz viva".