¿Qué pasaría si los niños van sin celular al colegio? Estudio muestra impactante resultado
La utilización de teléfonos celulares en los colegios está bajo análisis, y es necesario abordar esto para entender cuáles son los beneficios y perjuicios que conlleva el uso de estos dispositivos en el aula.
De hecho, el Ministerio de Educación presentó orientaciones para el uso de celulares en las salas de clases y la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados está impulsando una regulación relacionada al ingreso de celulares a los recintos educacionales.
¿Existen estudios que puedan aportar a esta discusión? Al parecer, sí. Recientemente el Norwegian Institute of Public Health publicó un artículo que analizó la forma en que el uso de teléfonos inteligentes en la sala afectaba el bienestar y el aprendizaje de niños y adolescentes.
Entre los resultados se señala que restringir los celulares en clases genera efectos positivos, tanto en la conducta de cada niño y niña, como también en el rendimiento y en la convivencia escolar.
Este estudio viene a reforzar los lineamientos que la UNESCO establecieron respecto a la regulación más eficaz del uso de dispositivos móviles inteligentes dentro del aula escolar. En países como Finlandia, Irlanda, Francia, Suecia, Irlanda e Italia ya están tomando medidas al respecto. También en Chile, en algunos puntos específicos.
¿Qué resultados arrojó la investigación? Entre los principales hallazgos, la restricción de los dispositivos inteligentes en los establecimientos impactó en que disminuyera en un 29% los síntomas psicológicos entre niñas y niños, además de una reducción en un 43% de bullying y un aumento en las calificaciones.
Ante esto, Eduardo Sandoval-Obando, psicólogo e investigador del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible de la Universidad Autónoma de Chile profundiza sobre estas cifras. "Efectivamente la prohibición de los teléfonos inteligentes ayuda o influye en una disminución significativa de las tasas de consulta relacionadas con trastornos de salud mental en niños y en jóvenes".
En segundo lugar, reconoce el especialista, se observó que la regulación efectiva del uso de los dispositivos móviles incidió en una mejora de los desempeños educativos en términos de las notas, tanto en hombres como en mujeres. A su vez, se pudo observar una significativa mejora en la convivencia escolar gracias a la regulación más eficaz del uso de estos dispositivos móviles.
"Esto también es súper interesante porque permitió demostrar que particularmente esta prohibición del uso de dispositivos móviles fue más eficaz todavía en los estratos socioeconómicos más bajos", anticipa Sandoval-Obando.
Según dice, en estos grupos socioeconómicos más vulnerables los niños y niñas estaban expuestos a mayores elementos que influían en su desempeño escolar, sobre todo los que tiene que ver con la atención, la memoria, y el lenguaje. "Pero no ha sido tan eficaz en familias provenientes de estratos socioeconómicos más altos", complementa.
¿Cómo usan los teléfonos los niños y adolescentes? De acuerdo a la última Radiografía Digital de Niños, Niñas y Adolescentes, desarrollada por ClaroVTR junto a Criteria, la aplicación de teléfono más utilizada sigue siendo Youtube (93%), seguida por Whatsapp (89%) y TikTok (73%).
En tanto, Facebook continúa bajando en la preferencia de los niños y niñas, cayendo al 30%. El ver videos (94%), chatear con los padres o con amigos (83%), ver fotos (82%) e investigar de temas de interés (79%) son las actividades más realizadas en redes sociales.
Los colegios están conscientes de esta exposición y en algunos establecimientos están tomando medidas de restricción de estos aparatos en la sala de clases. Respecto al uso de celulares en el colegio, la misma encuesta realizada en nuestro país muestra que el 58% de los padres consultados prefiere que sus hijos no los utilicen en las salas de clases.
¿Pero existe una forma de supervisar a los hijos sin tener que entregarles un teléfono a tan corta edad? Según Jennifer Conejero, psicóloga infanto-juvenil de Clínica Santa María, existen relojes que sirven para tener localizados a los niños con dispositivos GPS y que incluso se pueden comunicar por medio de este aparato. "Hay alternativas que son más saludables", destaca.
Sandoval-Obando reitera la importancia de que el uso de los dispositivos móviles son más adecuados de utilizar a partir de los doce años en adelante, y que en niños menores de dos o cuatro años simplemente no se recomienda la exposición directa a dispositivos móviles.
"Entre niños de cuatro a los doce años, no más de sesenta u ochenta minutos diarios de exposición directa a estos dispositivos, y que en el caso de niños y niñas sobre los 12 años en adelante se puede permitir el uso mediado por los adultos utilizando todas las tecnologías que hoy en día permiten emplear control parental", añade.
En conclusión, para apuntar a una reducción del uso de dispositivos móviles es necesario planificarlo desde la escuela, en colaboración con las familias, la formación continua del profesorado.
"Y un marco de aprendizaje personalizado y diferencial que ayude a que colectivamente todos y todas nos formemos en el desarrollo de hábitos tecnológicos responsables dentro de una era digital que cada vez nos desafía mucho más en esta en estas temáticas", cierra el investigador.