Cómo abrigar a tu hijo en invierno sin errores: La clave está en el método de las capas

Con la llegada de las bajas temperaturas, proteger adecuadamente a nuestros hijos se convierte en una prioridad para evitar enfermedades respiratorias. Una experta en pediatría explica por qué el frío nos hace más propensos a los virus y entrega la estrategia más efectiva para abrigar a los niños: el método de las tres capas.
Si bien es un mito que el frío por sí solo causa resfriados, la exposición a bajas temperaturas sí puede debilitar nuestros mecanismos de defensa y favorecer la transmisión de virus. Así lo explica la Dra. Jimena Yáñez, pediatra de la Clínica INDISA, quien entrega recomendaciones clave para vestir a los niños durante el invierno.
"Los niños son más sensibles al frío que los adultos, por lo tanto, se deben abrigar más", indica la especialista. "Las guaguas de hasta tres meses se deben abrigar con una capa más de la que tienen los padres. Mientras que a los niños mayores es recomendable abrigarlos en capas, siempre prestando atención a que no transpiren demasiado", aconseja.
El método de las tres capas: la estrategia más efectiva
Según la Dra. Yáñez, la clave para proteger a los niños del frío y los cambios de temperatura es el sistema de capas. "La clave está en usar un sistema que te permite ajustar la vestimenta según la actividad y la temperatura, evitando tanto el frío como el exceso de abrigo que puede causar sudoración y posterior enfriamiento", enfatiza.
Este método consiste en:
- Primera capa (contacto con la piel): Debe ser de materiales que absorban la humedad y se sequen rápido, como fibras sintéticas o lana merino. El algodón no es recomendable para actividades al aire libre, ya que retiene la humedad y enfría el cuerpo.
- Segunda capa (aislante): Su función es retener el calor corporal. Polerones de polar o chalecos de lana son ideales para esta capa, ya que abrigan sin provocar sobrecalentamiento.
- Tercera capa (protección): La capa exterior debe proteger contra los elementos. Parkas o chaquetas impermeables y cortavientos son fundamentales para mantener a los niños secos y a salvo del viento, la lluvia o la nieve.
5 consejos prácticos para el invierno
Además del método de las capas, la pediatra entrega otros consejos fundamentales:
- No sobreabrigar: Contrario a la creencia popular, abrigar en exceso es contraproducente. La sudoración puede mojar la ropa y, al exponerse al frío, el cuerpo se enfría rápidamente, aumentando el riesgo de enfermedades.
- Adaptar el abrigo a la actividad: Un niño que está corriendo en el patio no necesita la misma cantidad de ropa que uno que está sentado en una sala. Es importante quitar o poner capas según sea necesario.
- Proteger zonas clave: Manos, pies, orejas, cuello y cabeza son zonas de alta circulación donde se pierde más calor. Por eso, el uso de guantes, gorros y bufandas es esencial.
- Cuidado con los calcetines mojados: "Los calcetines de algodón retienen la humedad, lo que puede no solamente favorecer un resfrío por la pérdida final de calor, sino que también favorecen infecciones bacterianas en la piel", advierte la Dra. Yáñez. Es crucial revisar la humedad de los pies y cambiar los calcetines si es necesario.
- Hidratación constante: El aire seco del invierno puede resecar las vías respiratorias. Mantener a los niños bien hidratados ayuda a mantener las mucosas en buen estado.
A pesar de todas las precauciones, si tu hijo presenta fiebre, dificultad para respirar o una tos persistente, es fundamental consultar con un profesional de la salud.