¿Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos?
No te resistes cuando alguien te hace cosquillas y caes en una risotada nerviosa, sin embargo no pasa lo mismo cuando tú te tocas. La razón por la que jamás podrás hacerte cosquillas a ti misma es especialmente curiosa.
Los científicos Sarah-Jayne Blakemore, Daniel Wolpert y Chris Frith, neurólogos de la Universidad de Stanford, se propusieron analizar el tema y encontrar una explicación al respecto.
La razón que encontraron por las cuales las cosquillas que nos hacemos a nosotros no funcionan tiene que ver con que el cerebro es capaz de predecir con exactitud lo que va a sentir esa zona.
Para llegar a esa conclusión sometieron a exámenes de tacto y placer a 16 personas. Se escanearon los cerebros de las personas cuando se hacían cosquillas por sí solos y cuando otro intervenía.
Se dieron cuenta que las zonas cerebrales que se activaban cuando se tocaban solos eran menos que cuando otro los estimulaba.
La cosquilla es la reacción a la sorpresa que nos provoca la acción del otro. Por eso nos produce excitación y adrenalina.