[GALERÍA] Bernardita Cruz: una modelo plus size sin tener talla grande
La industria de la moda es un universo de extremos. No existe un término medio. O tienes cuerpo de modelo de Victoria's Secret o eres una plus size. Pero, ¿qué pasa con las mujeres promedio? La talla 40 (representativa de una mujer estándar en Chile y el mundo), equivale a una número 10 en Europa y a una M en México, y la chilena Bernardita Cruz (23) responde a ese patrón.
Esta estudiante de periodismo y actual colaboradora de Pousta, se define a sí misma como una modelo curvy porque refleja un cuerpo saludable. Si bien formó parte de la conocida agencia Elite, al ser talla 38-40 nunca logró trabajar. La presión por un cuerpo delgado -que incluía ir al nutricionista para lograr un tamaño 34 o 36- la agotó. No iba a dejar de comer aunque el modelaje fuera algo que la apasionara. Firme con su convicción, entró a la agencia Rebel (WLM) donde no encontró barreras respecto de su aspecto físico y donde ha podido lucirse siendo rostro, por ejemplo, de firmas como Palmers o L'Oreal.
Bernardita conversó con M360 y nos compartió esta exclusiva sesión fotográfica que ve la luz por primera vez.
De a poco estamos viendo que las agencias de modelos están dejando de lado a las mujeres que se ven poco saludable. ¿Crees que esta nueva apuesta significa más oportunidades para ti?
La industria se está abriendo, pero no ha cambiado. Las modelos delgadas siguen siendo la mayoría, las agencias y revistas las siguen pidiendo al igual que siempre y son las que más trabajan por lejos. La diferencia es que hoy día nosotras estamos teniendo "pega", poca, pero cada vez más, cosa que antes no pasaba. He trabajado más como 'modelo curvy' (curvilínea) que lo que trabajé como modelo clásica. Hay nuevas oportunidades, pero son escasas todavía.
¿La gente te ha hecho comentarios sobre tus campañas?
Como trabajo en Pousta, donde me gusta escribir sobre moda desde mi perspectiva personal, me han llegado muchos comentarios positivos de hombres y mujeres que se alegran de ver diferentes bellezas en una industria que siempre se ha mantenido muy cerrada frente a la posibilidad de cambiar los cánones.
¿Cómo ves la inclusión de modelos plus size en la Semana de la Moda de Nueva York o en publicaciones como la última portada de Vogue?
En la Semana de la Moda encanta. No creo que me dedique al modelaje por el resto de la vida, pero sí me hace soñar que podría ser yo la que esté ahí. Y respecto a las portadas de Vogue, siento que todavía hay mucho miedo en poner a una modelo plus size en la portada. Cuando salió Ashley Graham sola en su primera tapa para Vogue creo que no le dieron la importancia que se merecía al ser la primera modelo plus size que aparecía esa revista. Después apareció con un grupo de modelos y es la única que tuvo que poner su mano para tapar su muslo. Entonces la ponen, pero a medias. Estoy segura de que ella está feliz porque es un enorme avance, pero no puedo evitar molestarme cuando esas cosas se notan. Se armó una polémica instantáneamente después de que salió.
¿Qué les dirías a las mujeres que se acomplejan por su cuerpo?
A mí me ha costado 23 años aceptarme y quererme tal como soy. No es fácil hacerlo en un mundo que te dice constantemente que no lo hagas. Hoy día no acepto que nadie me diga cómo debo estar para ser considerada linda o para que me aprueben por cómo me veo, simplemente hago lo que me haga feliz y me haga sentir cómoda. El cuerpo cambia, uno cambia, somos todos diferentes en un mundo lleno de diversidad. Si no nos queremos a nosotros mismos, es imposible vivir una vida plena y en armonía con el resto. Deja fluir, la imagen no lo es todo. Y lo que vemos en las revistas tiene horas y días de preparación para que todos creamos que es naturalmente perfecto. Cosa que es humanamente imposible.
Fotos galería: Úrsula Madariaga
Makeup y pelo: Javiera Kastner
Styling: Romina Morales y Matías Amengual
Fotos portada: WLM