[COLUMNA] Sofía Calvo: Moda local a solo un click de distancia
El interés por consumir moda que ayude a diferenciarse de la masa y tenga un relato con identidad ha ido en aumento. Sin embargo, acceder a esta oferta no parece tan simple, sobre todo para quienes viven en regiones. En este contexto, nacen dos interesantes alternativas virtuales de distribución de la moda de autor, que buscan no solo incentivar lo local, sino también transformar nuestro consumo en uno más consciente y responsable. ¿Me acompañas a vitrinear desde tu casa?
Las redes sociales se han convertido en un interesante canal de difusión y comercialización de la moda local, sin embargo y dada sus características, no resulta el más cómodo y seguro para comprar. En este sentido, la aparición de espacios adaptados especialmente para este propósito, no sólo facilitan el acceso a estos productos, sino también ayudan a que la transacción se realice.
La primera de estas plataformas es Nashion it creada por Camila Fuentes y que hoy posee un catálogo de 13 marcas, cuyas prendas rondan entre los básicos o ropa de 'fondo de armario o clóset' (esos indispensables, cuya versatilidad permite combinarlos con todo), y otras más osadas de fiesta.
Con Nashion it, Camila quiere aportar un granito de arena para que la industria pueda ir tomando más fuerza y se potencie el trabajo que realizan los diseñadores, ayudando también a la descentralización, ya que la mayoría de la escena se concentra en Santiago.
En una línea similar, pero con un acento más en los nuevos valores del consumo, encontramos al sitio Franca de Javiera Amengual, cuya idea es que la ética y la estética se junten en un mismo lugar.
Para ella, la historia que hay detrás de cada propuesta es fundamental. Por lo mismo, para ser parte de su oferta, los aspirantes deben identificarse con al menos dos de los ocho valores que se proponen en su plataforma: manufactura local, hecho a mano, eco friendly, comercio justo, diseño slow, vegano, reciclado u orgánico.
Por lo mismo, su navegación se puede realizar desde una lógica tradicional –buscando productos- o a través de estas formas de mirar el mundo.
En ambos, casos la selección de lo exhibido no sólo ha sido cuidada en detalle bajo criterios de calidad y factoría, sino también aspirando a ofrecer prendas atemporales, con potencial heredable y stock limitado, lo que transforma la acción de comprar en una inversión.
Lo anterior no es sinónimo de precios imposibles, sino de valores de un rango medio, medio-alto, que aseguran diferenciación, y el trabajo digno de los participantes de la cadena de valor de estas etiquetas.
Para darle relevancia a estos aspectos, las fichas técnicas de los productos no sólo entregan datos esenciales como talla y materialidad, sino también información del relato de marca, que ayuda a comprender de mejor manera el valor agregado y, en definitiva, lo que hace únicas a estas propuestas.
¿Te habías imaginado que la moda local se podría comprar a un solo click?