¿Buscas que te perdonen? Aplica estas 6 fases ¡ya!

Pedir perdón es un momento complejo, donde se ponen en jaque muchos sentimientos como el arrepentimiento, tristeza o la soledad por mencionar algunos. También te estás jugando que te den una segunda oportunidad en una relación, ya sea amorosa o no, pero como en todo orden de cosas la ciencia se entromete para dar una explicación y guiarte en el cómo puedes hacerlo.

La Universidad de Ohio, Estados Unidos, ha desarrollado una investigación para concluir de qué manera deberíamos disculparnos si lo que buscamos es ser perdonados. Para ello, analizaron las reacciones de más de 755 voluntarios ante diferentes situaciones de culpa, y afirmaron que existen seis fases esenciales para ofrecer una disculpa emocional, sincera y digna de ser aceptada.

"Las disculpas realmente funcionan, pero deberías asegurarte de apegarte en la medida de lo posible a estas seis fases para asegurar que sí seas perdonado", afirma Roy Lewicki, autor del estudio.

Ten una expresión de arrepentimiento. Antes de pedir perdón tienes que sentirlo, puede sonar algo obvio, pero es cierto. Mostrarse vulnerable ante los demás no es síntoma de debilidad, cuando expresamos nuestro reales sentimientos nos sentimos libres.

Explica qué fue lo que salió mal. Es necesario que seas sincera y mientras más detalles entregues de la situación, más tranquila dejarás a las persona que heriste. Siempre hazlo cara a cara.

Reconocimiento tu error. Tú eres la única responsable de la situación. No culpes a terceros y admite que estás equivocada. La reflexión de tus errores permitirá que la persona te perdone más rápido.

Declaración de arrepentimiento. Afirma sentirte arrepentida, pues si no lo sientes sólo empeorarás las cosas. Repara el daño. Pregúntale a la persona en cuestión cómo puedes ayudar a reparar el daño. De esta forma mostrarán un interés genuino por arreglar las cosas.

Pide perdón. Pronunciar la palabra es probablemente la acción más importante de todas las fases, pues sólo así mostrarás empatía y dejarás de lado el orgullo.