¿Por qué algunas personas odian, o evitan, los abrazos?

Por Sole Hott @solehott | Miércoles, 2 de Enero de 2019
¿Por qué algunas personas odian, o evitan, los abrazos?

No es difícil encontrar en el círculo de amigos, o bien, en una oficina, a aquel personaje que no es muy amigo de los abrazos, que se pide el día de su cumpleaños y post año nuevo libre, para evitar que lo abracen. Sin embargo, el evitar este tipo de contacto emocional, va más allá de una simple 'maña' o apatía, la ciencia asegura que hay experiencias de la infancia que podrían tener relación con esto. 

Así como para algunos dar un abrazo es una reacción completamente normal, para otros, puede resultar algo de los más incómodo. La respuesta está en la infancia, según los expertos. Es más, un estudio realizado en el 2012, por psicólogos suizos, reveló que aquellas personas que viene de familias afectuosas, suelen abrazar con más frecuencia. 

Es decir, un entorno cariñoso que hemos valorado de adultos, nos hace repetir patrones. Por su parte, aquellos niños que crecieron en una familia poco efusiva, se vuelven adultos más distantes. 

Ahora bien, no es una regla absoluta. Los expertos son claros al explicar que por más abrazos que hayas recibido, si de adulto la relación con tu familia no es de las mejores, eos abrazos aprendidos pueden ser rechazados y dejemos de ser afectuosos. Es más, la falta de contacto físico de mayor, puede desencadenar la incomodidad ante los abrazos. 

Otro factor que pueden influir en esto son los abusos, los que pueden bloquear emocionalmente a la persona. 

El punto es que los barazos son importantes, porque son demostraciones de amor, aprecio y cariño. Y, según expertos, deberíamos dar, por lo menos, cuatro abrazos al día. Son también una necesidad para nuestro equilibrio psicológico en la vida. 

Aquellos niños que tuvieron algún tipo de carencia afectiva importante, pueden desencadenar serios trastornos físicos y emocionales. Tales como, retraimiento, poco autocontrol, baja autoestima, rabietas, tics, actitudes delictivas y bajo rendimiento académico, entre otros. 

¿De qué se están perdiendo al no abrazar?

Los abrazos son como un bálsamo emocional, y tiene muchos beneficios tanto para quienes lo dan, como para los que lo reciben. No solo reducen el estrés y la negatividad, sino que además baja la sensadión de conflicto ante un problema. 

También protegen de los efectos negativos que provoca el estrés, activa la secreción de serotonina, dopamina y oxitocina, todas hormonas que interfieren positivamente en el reforzamiento de los lazos sociales. Ayudan a compensar el dolor físico, y disminuyen los miedos existenciales. 

Ahora bien, si hay tantos beneficios de por medio, ¿por qué hay personas que prefieren evitarlos? Segun la ciencia esto se debe a que los abrazos son considerados reservados para relaciones más cercanas, o bien, momentos específicos. De ahí que no sea raro encontrarse con más de alguien que no es fanático de este gesto. 




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