#EditorialM360 Filtraciones, detenciones, descompensaciones y ahora ¿calzones? ¡Suficiente!

Es cierto que como medio hemos seguido la polémica generada por Daniela Aránguiz y Jorge Valdivia posterior a su quiebre amoroso y los rumores de la supuesta relación del Mago con Maite Orsini, filtrada por la ex Mekano. Sin embargo, tenemos un límite. ¿Cuál? Cuidar a las personas y sus cercanos cuando ellos mismos no son capaces de hacerlo por equivocación, despecho, problemas de salud mental o cual sea la razón.

Si esperas ver en M360 pantallazos de las últimas publicaciones hechas por Daniela Aránguiz, lo sentimos, no los encontrarás.

Si estás leyendo y no entiendes nada, te ponemos en contexto. Anoche, la panelista de Zona de Estrellas subió una storie a Instagram donde expresaba sus ganas de estar bronceada y señaló que debería viajar a Panamá para conseguirlo. El destino mencionado no fue al azar, sino que hacía referencia al lugar donde supuestamente estuvieron Maite y Jorge el fin de semana recién pasado. 

¿Qué pasó? En buen chileno, El Mago "picó el anzuelo" y respondió con una storie haciendo un llamado a la dignidad y a lo rico que se siente volverse a enamorar. Si bien no mencionó a nadie, todos comprendimos que la destinataria era su ex pareja, es decir Daniela Aránguiz. 

De ingenuo fue pensar que ese mensaje no gatillaría que Daniela se armara con toda su artillería. Sólo vamos a decir que hasta la supuesta ropa interior de Orsini "salió al baile" y fue expuesta en redes sociales, además de mensajes de Valdivia a Aránguiz sobre el sexo entre ambos.

No vamos a negar que muchas veces seguir las polémicas de los famosos resulta atractivo y entretiene, sin embargo hay una frontera que no nos interesa cruzar, por mucho que perdamos un millón de clicks: la frontera del respeto y la violencia.

Daniela y Jorge no se están cuidando, ni menos respetando. Han llevado esta polémica a un extremo que no sólo los expone a ellos, sino también a sus hijos, familiares y cercanos. 

Si bien Aránguiz se arrepintió de algunas publicaciones y las eliminó, hubo quienes alcanzaron a capturarlas y las imágenes siguen dando vuelta por las redes sociales. Lo de anoche es un tipo de violencia que como medio no aceptamos, ni compartimos difundir. Más allá de  cuál de los involocrados es, fue o será la víctima o el victimario, nada justifica utilizar las redes sociales para exponer las cosas de ese modo.

En los últimos meses, la exMekano y el exfutbolista ya fueron atendidos por descompensaciones de salud mental. Jorge enfrentó una detención de Carabineros. Desgraciadamente, el tema escaló al Congreso y Orsini realizó un comunicado por un "Telefonazo". A eso se sumó una serie de "palos" por redes sociales y televisión y hasta el choque de un auto. Hacernos cargo como medio de replicar esa información, expuesta por los propios protagonistas, nos pareció bien, pero hasta ahí llegamos.

Lo viralizado anoche no es entretenido, no es agradable, no es sano, no es nada más que desagradable y peligroso, pues si nadie para esto, no se sabe en qué puede terminar.

¿Qué más tiene que pasar? ¿Cuál es el límite para los involucrados? Si ellos no son capaces de verlo, M360 si. ¡Este fue el límite! Por Jorge, por Maite, por Daniela, por sus hijos, por sus familias, incluso por los lectores y quienes somos redactores y espectadores de toda esta polémica ¡Es suficiente!